miércoles, 15 de abril de 2015

Jorrat y un Sistema de Alta Dirección ya obsoleto



Hay cosas que no cuadran... Es verdad muchas cosas no cuadran en chilito. Se hacen leyes para regular y parecer que se hacen cosas, pero solo para “parecer” porque en raya para la suma siempre hay un suma cero o negativo. Algo así como promover una reforma educacional de gratuidad y después tenga que terminar pagando el impuestos a los profesionales (bueno eso será tema para otra columna).  

A lo nuestro; esta semana se ratificó el nombramiento de Jorrat como director del SII, como resultado de un proceso del Sistema de Alta Dirección Pública. Con una renta líquida promedio mensual referencial de $6.230.881 (serviciocivil.cl).

El Sistema de Alta Dirección Pública destaca en su web que este es el resultado de “una de las reformas más relevantes y exitosas del proceso chileno de modernización del Estado, cuyo objetivo es dotar a las instituciones del gobierno central –a través de concursos públicos y transparentes…”

Siendo transparente y público, en su web es solo posible ver que postularon 79 candidatos y la evaluación curricular estuvo en manos de una empresa consultora. Sin embargo, no existe información de evaluación curricular y técnica de los candidatos interesados, es decir evaluación por criterios de selección, puntaje obtenido por candidato; conocer los méritos del Sr. Jorrat para ocupar este cargo ¿Es esto público y transparente?

Desde su creación el 2003, el sistema de Alta dirección Pública, tan elogiado en países latinoamericanos se ha convertido en un instrumento más para el nepotismo de los políticos de turno. Donde si bien son públicos los llamados a postular a cargo, la selección entra en un tubo negro que termina en el nombramiento de alguien que ya ocupaba ese puesto hace meses. En el caso de Jorrat desde marzo 2013. ¿Así es una de las reformas más relevantes de exitosas del proceso de modernización del Estado?

Más cuando se ratifica a un suplente que se demoró meses en interponer una demanda a SMQ; el que tranquilizó a todos los asustados políticos que dieron boletas SMQ diciendo que no habría querella a políticos; ese mismo que prestaba asesoría a SQM por un millón de pesos mensuales “prestando asesorías en materias tributarias”.

Estamos claro que la gestión tributaria de la empresa SQM deja bastante que desear.


Al mismo tiempo de políticos que no sueltan su red de operadores y los integran a la administración del Estado.